Equipo especializado y profesional

Ya desde la primera vez que hice una práctica de Yoga supe que era aquello lo que, sin saberlo, tanto había estado buscando, no desde un punto de vista más mental, es decir, no me dije a mí mismo "esto es lo que busco", sino más bien desde un punto de sensación, de experiencia. . ., "sentí" que era aquello lo que buscaba. Con el tiempo me di cuenta que aquello que "sentí" no era ni más ni menos que una pequeñísima reconexión conmigo mismo. De esto hace ya más de 16 años y cada día voy al encuentro de esta conexión, ya no sólo conmigo mismo sino también con los demás, con mi entorno y con eso mucho más grande que yo, y lo hago a través del Yoga y de las maravillosas enseñanzas de los maestr@s y Swamis que he ido encontrando en el camino. Gracias de corazón a tod@s ell@s. . .

En 2005 empiezo mi primera formación como profesor de Yoga en la escuela Equilibrium (Barcelona) en Kundalini Yoga de Yogui Bhajan y Hatha Yoga. Dos años más tarde continúo formándome esta vez en Aura Ioga (Manresa). Especializándome en la línea de Tantra Yoga de Swami Satyananda Saraswati, durante este tiempo y posteriormente en Yogateriapia, Yoga Nidra, Meditación, Yoga y embarazo, de la mano de Lidia Rosell, Josep Mª Duch, Danilo Hernández (Swami Digambarananda Saraswati), etc.

En 2011 inicio la formación de Shiatsu Zen en Zenit Shiatsu de la mano de Imma Bonet, acercándome así a la Medicina Tradicional China, a la Filosofía Zen y a este regalo que es el Shiatsu.

Empecé a bailar jazz a los 15 años, más adelante probé el flamenco y los bailes de salón pero no fue hasta los 20 que empecé con la danza oriental. Quedé fascinada y totalmente enamorada. Entonces no tenía ninguna intención de ser profesora pero las sincronicidades de la vida te llevan a cosas que ni te imaginas.

Al cabo de los años no estaba del todo satisfecha, necesitaba salir de la rutina de mis clases y entonces apareció el tribal fusión que me daba la oportunidad de expresarme con más libertad. Empecé a tomar clases hasta que decidí sacarme el título de profesora.

No obstante, no fue hasta el año pasado que entré en contacto con la expresión corporal y se abrió ante mí un mundo nuevo donde me encontré conmigo misma. La expresión corporal te ofrece la posibilidad de desarrollar tu capacidad física, tu propio ritmo y tu manera de ser única, sin copiar el estilo particular de ningún maestro o maestra.

Hoy por hoy, después de 12 años de impartir clases, entiendo la danza como una herramienta más de crecimiento personal de la que se puede beneficiar cualquier persona sea cual sea su condición física y edad. Así que actualmente, paralelamente a las clases de danza oriental y tribal fusión, estoy trabajando en un nuevo enfoque de la danza, más orientado hacia la salud desde un punto de vista holístico.

En mis clases intento transmitir el respeto que le debemos a nuestro cuerpo, nuestra herramienta de trabajo en las clases y nuestro vehículo en esta vida que nos brinda la oportunidad de crecer aprendiendo juntos.

Me gusta pensar que cuando las alumnas salen de clase quedan adquiridos unos conocimientos básicos los cuales podrán aplicar en su día a día. También procuro tener en cuenta el estado emocional de la alumna, lo cual es importantísimo a la hora de aprender así como generar un buen ambiente en el que todas disfrutemos de una buena sesión de danza.

De pequeña siempre había admirado esos amigos que te dicen "Yo de mayor quiero ser... (maestro, doctor, bombero, o un largo etc.)". Tenía tanta curiosidad por todo que me costaba visualizarme haciendo "sólo" una cosa. Un año de crisis, búsqueda y transformación a nivel personal y profesional, me llevó a un cursillo de Shiatsu de un Centro Cívico. Fue en ese momento, cuando me dije a mí misma por primera vez -y aún a día de hoy única vez- lo que siempre había envidiado poder decir: "de mayor quiero ser... Terapeuta de Shiatsu".

En 2011 cambié mi trabajo de socióloga por las terapias orientales, el Yin y el Yang, los meridianos, los puntos de acupuntura, la alimentación energética, la fitoterapia. . .Y así inicié la formación de Shiatsu en Zenit Shiatsu (Barcelona).

El camino del Shiatsu es un camino de autoconocimiento y crecimiento a todos los niveles (físico, mental, espiritual, emocional e incluso social). Ha sido todo un cambio de vida y doy gracias por haber tenido el valor de iniciar este rumbo, con toda sinceridad y humildad conmigo misma, siguiendo mi corazón y teniendo fe en que es mi camino, el que siempre había estado buscando.

En 2015 acabé la formación de Shiatsu y seguí ampliando conocimientos, estudiando Masaje Californiano de la mano de Xavier Gil, y poco a poco, he ido haciendo de mi pasión mi profesión. Sólo siento agradecimiento y fortuna por poder hacer lo que me gusta, de manera sincera y humilde conmigo misma y con los demás.